CREMA QUEMADA
Ingredientes:
1 litro de crema para batir (crema de leche)
1 vaina de vainilla (o 1 cucharadita de extracto de vainilla)
6 yemas de huevo
150 g de azúcar
Azúcar adicional para caramelizar
Preparación:
1. Precalienta el horno a 160°C (320°F). Coloca una rejilla en el centro del horno.
2. Si usas una vaina de vainilla, córtala a lo largo y raspa las semillas con un cuchillo. Coloca tanto las semillas como la vaina en una cacerola con la crema.
3. Calienta la crema a fuego medio hasta que comience a hervir ligeramente. Retira del fuego y deja reposar 10 minutos para que la vainilla infunda su sabor en la crema. Si usas extracto de vainilla, agrégalo después de calentar la crema.
4. Mientras la crema se infunde, bate las yemas con el azúcar en un tazón grande hasta que la mezcla se vuelva pálida y cremosa.
5. Retira la vaina de vainilla de la crema. Vierte lentamente la crema caliente en la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.
6. Cuela la mezcla a través de un colador fino para eliminar cualquier posible grumo o residuo.
7. Coloca ramequines (recipientes pequeños aptos para horno) en una bandeja para hornear. Llena cada ramequÃn con la mezcla de crema y yemas.
8. Llena la bandeja con agua caliente hasta que llegue a la mitad de los lados de los ramequines. Esto ayuda a cocinar la crème brûlée de manera uniforme al baño marÃa.
9. Hornea durante 40-45 minutos, o hasta que el centro de la crema esté firme pero aún tembloroso. La superficie debe estar estable.
10. Retira los ramequines del agua y deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigera durante al menos 2 horas, o hasta que estén bien frÃos.
11. Justo antes de servir, espolvorea una capa delgada y uniforme de azúcar sobre la superficie de cada crème brûlée.
12. Usa un soplete de cocina para caramelizar el azúcar, moviéndolo en cÃrculos hasta que el azúcar se derrita y forme una capa dorada y crujiente. Si no tienes un soplete, puedes hacerlo bajo el grill del horno a alta temperatura durante unos minutos, pero vigila de cerca para evitar que se queme.